Como los primeros seguidores de Jesús, que lo escucharon a la orilla de lago de Tiberiades, invitamos a dejarnos sorprender por el Nazareno en su total novedad, como si nunca hubiéramos escuchado hablar de él. Esta caminata de sentido a su escuela, proponemos acompañarla desde la milenaria tradición de los monjes de San Benito. Atreverse a ensayar, a redescubrir el Reino que Jesús anuncia, como si recién nos lo estuviera proponiendo, despojado de todo el condicionamiento institucional de la larga historia de la Cristiandad, tal es la apuesta que queremos lanzar.
¿Cómo trabajar nuestras imágenes de Dios, del mundo, del otro, en vista a reconciliarnos en la paz?
¿Cómo vencer las trabas del ego en este mundo individualista?
¿Cómo atrevernos a tocar nuestras heridas en diálogo con otros y otras, venidos de horizontes culturales y espirituales diferentes?
Es lo que les invitamos a asumir con nosotros y nosotras, en la modestia de los servicios comunitarios cotidianos y simples; gozar concretamente de espacios variados de meditación y contemplación, de silencio y de fraternidad, de formación y de compartir vital con otros y otras. Con el hilo conductor de un acompañamiento personal, proponemos abordar, tanto teóricamente como a través de un abanico de experiencias existenciales, las grandes preguntas que atraviesan nuestro ser profundo y el mundo de hoy.
Para dar cuerpo a esta propuesta, la espiritualidad andina en la que estamos encarnados, pero también la tradición teológica latinoamericana, desde los pobres de este continente, serán nuestros guías privilegiados para explorar, con ellas, otras pistas, desde las más diversas espiritualidades (budismo, taoísmo, sufismo, judaísmo, modernidad atea, búsquedas post-religionales etc.)