Quienes somos

La Familia Benedictina de la Resurrección tiene ya una larga historia que se inicia en 1967. Ese año llegaron al Perú 4 monjes benedictinos, del monasterio belga Saint Remacle, Wavreumont, animados por el movimiento postconciliar hacia las periferias, fundando el Monasterio de la Resurrección. La apuesta por caminar con los pobres, empobrecidos, débiles, y marginados, en sus riquezas culturales y religiosas, nos ha permitido escuchar a los movimientos del Espíritu durante los últimos 50 años de presencia en el Perú.

Hablamos, ya desde 1991, de una “familia” benedictina y no sólo de una comunidad de monjes benedictinos. Este detalle señala, de entrada, que nuestra aventura de seguimiento de Jesús, a la escuela de San Benito, apunta hacia un horizonte más amplio de la intuición monástica secular.

Desde 1992, siendo una sola “familia”, tenemos dos implantaciones monásticas (una en Ñaña Lima y la otra en Chucuito, a la orilla del Titicaca) con fisionomías diversas y complementarias.

Desde 1992, siendo una sola “familia”, tenemos dos implantaciones monásticas (una en Ñaña Lima y la otra en Chucuito, a la orilla del Titicaca) con fisionomías diversas y complementarias.